sábado, 24 de mayo de 2014

LA RECETA (TEXTO PRESCRIPTIVO)






Los textos prescriptivos, es decir, aquellos cuyo mensaje se emite con el fin de regular o guiar el comportamiento del receptor en una situación determinada, se pueden clasificar en:
  • Textos normativos: recogen órdenes o normas en las que el emisor pretende regular el comportamiento del receptor, como las reglas de juego, las normas de circulación...
    • Ejemplo: No pisar el césped.
  • Los textos instructivos: recogen instrucciones para que el receptor lleve a cabo una tarea, como las recetas de cocina, los manuales de instrucciones...
    • Ejemplo: El método de estudio.
Estos tipos de textos, para ser eficaces, deben estar escritos con un lenguaje muy claro, preciso y sencillo.
La función apelativa* favorece la presencia de formas verbales en imperativo y en infinitivo y la presencia de construcciones con se.

A continuación , te vamos a ofrecer una serie de texto descriptivos.

RECETA PARA UN PASTEL DE CIRUELA
Ingredientes:






ciruelas pasa, 3/4 kilo              
azúcar, 2 cucharadas
harina, 150 gramos
                        leche, l vaso
                        huevos, 3 unidades
                        manteca
                        sal a gusto

Preparación
1. Colocar la leche, la harina, los huevos, la sal y el azúcar en un recipiente
2. Batir todo bien.
3. Dejar enfriar en la heladera durante 2 horas.
4. Untar una fuente de horno con manteca.
5.Colocar las ciruelas y cubrirlas con la masa hecha anteriormente.
6. Añadir el azúcar y poner al horno, lo mas fuerte posible, durante 4 o 5 minutos.
7. Servir templado en la misma fuente.

El texto instructivo tiene como objetivo enseñar o guiar al receptor en la consecución de determinada acción o realización de alguna actividad. En este ejemplo aparecen las instrucciones para la realización de una receta de cocina: un pastel de ciruelas. Dichas instrucciones se encuentran ordenadas (y en este caso numeradas) de acuerdo a un criterio cronológico. Siempre se deben seguir las instrucciones paso a paso, sin alterar el orden estipulado. 

JULIO CORTÁZAR




 
Instrucciones para subir una escalera
 
Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

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